Las manchas cutáneas pueden aparecer en cualquier zona del rostro, manos y cuerpo. Debemos diferenciar diferentes tipos de manchas en función de la zona de aparición, profundidad y otros muchos factores.
Las que nos ocupan se denominan manchas melánicas que son las producidas por un exceso de melanina. Las más comunes salen más oscuras que la zona normal circundante y por eso se denominan discromías hiperpigmentadas.
Se deben a una producción excesiva de melanina, el pigmento que determina el color natural de nuestra piel, pero que en ocasiones se deposita de manera no uniforme en una zona concreta.
La forma más extendida de discromía es el léntigo senil, léntigo solar, melasma, cloasma entre otros.
Un buen diagnóstico es la base del éxito del tratamiento despigmentante puesto que existen varios tratamientos basados en láser, peelings químicos y microneedling.
Tipos de tratamientos depigmentantes:
Tratamientos láser para manchas. Dependiendo de la mancha se puede utilizar el Láser ND Yag Q-Switch o la Luz Pulsada Intensa, nuestros profesionales le informarán del mejor sistema a utilizar en su caso.
Peelings químicos. Los peelings se realizan con sustancias que bajan el ph de la piel para decapar las capas de la piel en las que se encuentra la mancha. Pueden ser de diferente profundidad dependiendo del ácido utilizado y de la concentración del mismo. Puede ver más acerca de los peelings químicos aquí.
Cosmelán y Dermamelán. Entra dentro de los peelings aunque constituye un tratamiento en sí mismo tan potente que es el número 1 en despigmentación química en los 5 continentes. Consta de una sesión en consulta y un tratamiento que se debe seguir en domicilio.
Microneedling. En ocasiones se utiliza como tratamiento de apoyo a los anteriores aunque constituye un tratamiento en sí mismo utilizado con sustancias despigmentantes. Tiene excelentes resultados en mancha difusa, además mejora el estado y calidad de la piel a nivel general.
Pero estos tratamientos deben ir complementados con una buena estrategia para impedir la recidiva, es decir, que la mancha vuelva a salir.
¿Cómo debemos atajar el proceso de formación de melanina de manera descontrolada en nuestra piel?
- Inhibir la formación de la melanina: con sustancias que actúan contrarrestando la actividad de la enzima tirosinasa, implicada en el proceso de formación del pigmento.
- El inhibidor más potente conocido hasta la fecha es la hidroquinona, ingrediente sin embargo prohibido por la normativa cosmética vigente en la Unión Europea (Reglamento CE nº 1223/2009) puesto que no es seguro para su utilización sobre la piel.
- Inhibir la transferencia de la melanina a la epidermis: puesto que las manchas se forman por acumulación de melanina, los ingredientes que ayudan a obstaculizar esta transferencia de los melanocitos a la epidermis.
- Estimular la renovación de la epidermis: favoreciendo la renovación de las capas más superficiales de la piel con una acción exfoliante, se obtiene un inmediato efecto despigmentante y un aspecto de la piel más “fresco”. Los activos más comunes para obtener una buena exfoliación son los: Alfa-hidroxiácidos (AHA) y los Poli-hidroxiácidos (PHA)
- Proteger de las radiaciones UV: cualquier tratamiento despigmentante resulta ineficaz si no se combina con una protección adecuada. Si tienes una predisposición genética a las manchas marrones, y cuando éstas ya están presentes, es importante que utilices con regularidad una crema con filtros protectores solares, incluso en invierno
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